jueves, 22 de diciembre de 2011

Amistad

Hay veces en las que solo tienes ganas de llorar, lamentarte, donde no puedes más y te derrumbas.
Pero aparece alguien, una personita insignificante para los demás; al contrario que para ti pues es tu mundo entero. Ellos pueden decir lo que quieran, nunca la conocerán tan bien como tú, no te importará como la vean, a tus ojos es la perfección en persona.
Llueva, nieve, o salga el sol ella siempre estará ahí. Te preguntas si quizá tú harías lo mismo, si no la fallarías nunca; y por mucho que ella te diga que sí no te imaginas ni por asomo poder alcanzarla.
Os prometéis un para siempre que crees que perdurará hasta el resto de los tiempos. No sabes si eso será así, pero te da absolutamente igual. Lo importante es que ahora sigue ahí, y en tu precioso futuro idealista también. 

¿Qué más da lo que piensen los demás? ¿Acaso importa lo que ocurra después? Disfrutar del momento es lo que cuenta, las lamentaciones no sirven de nada. 
Ríe, juega, y cuando llegue el momento, deja que los caminos sigan rumbos diferentes si así el tiempo lo ha decidido y  alégrate de haber podido tener una historia a su lado.

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